El Camino Portugués ingresa en el municipio de O Porriño, con una población cercana a los 18.000 habitantes, por la parroquia de San Salvador de Budiño, una de las ocho que conforman el Concello. Está enclavado en el valle de la Louriña y goza de un emplazamiento idóneo para su desarrollo: a menos de 20 kilómetros de Vigo, con puerto internacional y aeropuerto, y conectado con la autopista AP-9 entre A Coruña y el límite de Portugal y la A-52 que enlaza las Rías Baixas con la meseta castellana. Por ello, el Polígono Industrial As Gándaras no está situado en O Porriño por casualidad, aunque para el peregrino ha supuesto hasta la fecha una piedra en el camino y un mal colofón de etapa. Si algo caracteriza al Concello son sus canteras de granito rosa, se cuentan por decenas y el material se exporta a diversos países europeos, Estados Unidos e incluso Japón. El arquitecto porriñés Antonio Palacios (1874-1945), cuya estatua homenaje podemos ver junto al Ayuntamiento, utilizó el granito para varias de sus construcciones. En O Porriño destacan el vanidoso edificio del Ayuntamiento; la Botica Nova, terminada en 1912 y proyectada como farmacia y vivienda de su hermano José; la fuente del Cristo, de 1904; y el Templete de San Luis, un pabellón de acceso al metro madrileño que estuvo situado en la Gran Vía y que fue trasladado a O Porriño en 1971.
O Porriño resarce gustos más terrenales con su afamado pan, de gruesa corteza y abundante miga. Su sabor y textura aguanta varios días y algunas panaderías aún lo siguen amasando en los antiguos hornos de leña. En primavera se celebra una fiesta en torno a la miel y a finales del verano la fiesta de los callos.
Fuente: caminodesantiago.consumer.es